Angustiado tras haberse separado de su novia Zia (Patrick Fugit) decide terminar con todo. Desafortunadamente encuentra que no hay un final definitivo, sólo una decadente existencia después de la muerte notablemente similar a su vieja vida, pero un poco peor. Al enterarse que su ex novia también se ha dado de baja, emprende una travesía con un amigo para encontrarla. El viaje los lleva a un absurdo purgatorio donde descubren que estar muerto no significa dejar de vivir!
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